Salentinos es un pequeño, pero precioso pueblo de alta montaña que tiene pocos vecinos pero sus casas estan bien restauradas y sus calles empedradas.
Cogimos nuestras mochilas y nuestras raquetas y nos dirigimos hacia la salida del pueblo, donde nada más cruzar un pequeño puente sobre el rio salentinos, nos encontramos un cartel que nos indica la ruta a seguir
Se inicia el recorrido por un camino ganadero en buen estado a excección de algunos tramos que se encontraba con argallos debidos a las abundantes lluvias de este invierno; después de un pequeño recorrido llegamos a la fuente la chabana donde paramos a beber un poco de agua fresca y descansar un poco. Ya desde aquí nuestra primera meta se encuentra relativamente cerca, el refugio de Salentinos.
Una vez que llegamos al refugio y después de dar cuenta de una copiosa cena decidimos refrescar un poco el estómago ahora no precisamente con agua, y disfrutar de una noche estrellada y apacible aunque un poco fria, solo le faltó la luna llena para ser perfecta.
Al dia siguiente, amanecio una mañana bastante despejada y con nuestras mochilas a cuestas acometimos la segunda parte de nuestra ruta; subir al Catoute.
Ya con las raquetas puestas, una experiencia para alguno de nosotros, comenzamos el ascenso a través de un precioso valle cubierto por una enorme capa de nieve que más parecia un paisaje del desierto con sus dunas. Por este manto blanco ascendimos hasta el collado del catoute donde después de pensarnoslo mucho y debido al estado de la nieve que aquí estaba muy blanda y aumentaba el riesgo de aludes, decidimos dar marcha atrás y abandonar.
Regresamos al refugio no si cierta fustración por no haber conseguido nuestro objetivo, pero con la felicidad de haber disfrutado de un paisaje espectacular y con la certeza de que habiamos hecho lo correcto al no arriesgarnos a seguir.
Espero que os gusten las imagenes y que pronto os pueda ofrecer algunas desde la cima del Catoute.


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