Tras muchos años deseando conocer esta recóndita pero no por eso lejana aldea, de la que tanto han comentado muchos de mis compañeros blogeros, por fin nos decidimos a acercarnos a ella; estoy hablando del Corralin, pequeña aldea de la parroquia de Tablado.
Para poder acceder a esta aldea, primeramente, nos desplazamos en coche desde Villarmeirin, por la pista que va hacia el Villardecendias, hasta cruzar a Ponte Nova ( puente que cruza el rio Ibias); donde aparcamos nuestros coches y comenzamos a caminar por la antigua senda que discurre desde a Tilleira y comunicaba el Villar con el Corralin; senda que habia sido desbrozada recientemente.
Para todo el que quiera conocer paso a paso este recorrido, le recomiendo que lo mire en el blog Villardecendias, de Gonzalo, donde como buen conocedor de la zona, lo expone con todo detalle y claridad.
Para verlo pinchar aquí:
http://villardecendias.blogspot.com/2010/04/un-sendero-con-encanto.html
Después de un pequeño recorrido por esta senda, llegamos a El Corralín, donde nos recibe muy amablemente Francine; única habitante de esta aldea, acompañada de su pequeño perro.
Francine, o como muchos comienzan a llamarla “La Dama del Corralin”, nos comenta que llegó hasta el Corralin, buscando un clima adecuado para sus problemas de salud, y también que desde su llegada, se había encontrado varias veces con los lobos y con los osos.
Tras largo rato envelesados, escuchando las historias que esta gran Dama nos iba contando y no sin cierta pena, llegó la hora de tener que regresar; por eso después de despedirnos y prometerle a Francine que en otra ocasión volveríamos para estar más tiempo en su agradable compañía, emprendimos el camino de vuelta hacia el lugar donde habíamos dejado nuestros vehículos, dando por finalizado el día tan estupendo que habíamos pasado.
Las dos hermanas posando
La capilla del Corralin en honor a San Miguel
Firmando en el libro de visitas
Envelesados escuchando a Francine
Una foto para el recuerdo junto a la Dama del Corralin
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