ibias con la bota y la fardela: Raquetada al Refugio de San Miguel

Como viene siendo habitual desde hace unos pocos años y aprovechando las intensas nevadas acaecidas los últimos días, programamos para el fin de semana, una raqueta por la nieve.

En esta ocasión, la programación consistía en subir hacia el Refugio de Peña Rubia en la braña de San Miguel de Laciana donde teníamos la intención de hacer noche.

Partimos de San Miguel, con una fuerte tormenta de nieve, tomando el camino que cruza el pueblo hasta alcanzar la pista asfaltada que circula por este valle de San Miguel y que lleva hasta las ya cerradas minas de carbón.

Aunque había dejado de nevar, al llegar a esta pista, la nieve ya comenzaba a cubrir el asfalto; por lo que después de llevar un rato caminando y a pesar de que nuestra intención era seguir un poco más sin poner las raquetas, la abundante nieve nos obligo a tener que hacerlo antes de lo previsto, pues era imposible avanzar sin ellas.

Una vez colocadas las raquetas, proseguimos nuestro camino dejando a nuestra derecha las brañas de Buxionte y la de las Espiniechas, hasta alcanzar el final de la pista asfaltada, cogiendo a continuación el camino que ahora más suave sigue subiendo hacia el Valle del Pleitin, pasando por la fuente de Reguera Flor; recorrido complicado por la nieve acumulada y sobre todo por la fuerte ventisca que azotaba nuestro recorrido.

Alcanzamos finalmente el refugio y nos instalamos dentro, donde nos preparamos para encender las chimenea, al tiempo que nos disponíamos para comer algo y preparar todo para afrontar la larga noche. .

Al la mañana siguiente, tras pasar una dura y fría noche (las imágenes lo demuestran), nos levantamos con la intención de realizar una pequeña ruta por la amplia vega, pero la fuerte ventisca que continuaba, nos impidió el poder salir, por lo que después de sacar algunas fotos por los alrededores y limpiar este precioso refugio, preparamos el regreso hacia San Miguel; regreso que resultó bastante duro pues las huellas que habíamos hecho en la subida habían sido tapadas por la gran cantidad de nieve caída.

Cuando llegamos a San Miguel, pudimos comprobar que la nieve había dejado el pueblo cubierto de un bonito manto blanco; ideal para poner fin a una preciosa raquetada en un fin de semana que climatológicamente no acompaño mucho, pero que no por eso dejamos de disfrutarlo.