Amasar el pan era una actividad que se realizaba casi todos los días y como en muchas otras, una tradición que con el pasar de los años se fue perdiendo.
Esta costumbre de hacer el pan en casa terminó por desaparecer, salvo pequeñas excepciones, por eso con esta entrada y tratando de rescatar un poco estas tradiciones un poco perdidas y para dar continuidad a las anteriores entradas en mi blog, donde enseñaba un poco como era la siega, la mallega y la molienda del pan, hoy intentaré mostrar también un poco como se realizaba esta labor del amasado del pan.
Para comenzar con esta elaboración si no se disponía de formento se buscaba a alguien del pueblo que lo tuviera hecho, lo que era mas habitual los últimos años pues se solía amasar cada quince días.
Para elaborar este formento se juntaba el harina y de agua y se dejaba a temperatura ambiente de entre tres a siete días tras los que se procederá a desechar la mitad de la masa.
Se mezclaba nuevamente una pequeña cantidad de harina y agua nueva, y se añadía a la masa antigua. Al cabo de 2-3 días la masa estaba preparada para ser usada para la elaboración del pan; dejando una porción guardada para la siguiente hornada.
Una vez conseguido este formento, se procedía al amasado que se realizaba en una artesa de madera, donde se colocaba la cantidad de harina que cada familia veía conveniente, abriendo en esta harina una pequeña poza en su centro sobre la que se echaba una poca de agua caliente, sal y el resto del formento.
A continuación con las manos se va envolviendo la mezcla hasta que la masa comenzaba a adquirir consistencia, tratando de conseguir una pasta elástica; trabajo bastante laborioso ya que cuanto mas se trabajaba esta pasta, mejor pan salia al final.
Una vez conseguida la textura ideal, se tapaba con un paño y se dejaba la masa leldar durante unas horas; dependiendo de la temperatura ambiente.
Mientras leldaba esta masa, se aprovechaba para encender el horno lo que llamaban roxar el forno, hasta que el horno alcanzaba la temperatura ideal para cocer el pan y que se comprobaba cuando este adquiría un color blanquecino.
Mientras el horno alcanza este color, y una vez que la masa a crecido lo suficiente, se aprovechaba para ir haciendo las hogazas de pan y colocarlas sobre un tablero, volviendo a taparlas para que acabasen de leldar.
Se dejan tapadas y se comprueba que el horno tenga la temperatura necesaria, para proceder a limpiarlo, sacando primero de su interior las brasas encendidas con un rodalo, y a continuación se le pasaba un basoiro, tratando de dejar el horno lo mas limpio posible para evitar que pequeñas brasas se peguen a las hogazas.
Finalizada la limpieza, se comienzan a meter las hogazas en el horno con una pala de madera; dándoles primero unos pequeños cortes.
Después de meterlas al horno hay que esperar a que estén perfectamente cocidas; tiempo que puede oscilar entre una hora o hora y media; tras el que se van sacando y dándoles unos pequeños golpecillos en la corteza para comprobar que están bien cocidas; este tenia que ser un sonido a hueco.(si alguna no tenia este sonido, era metida al horno un rato más)
Cuando el pan estaba listo, se guardaba dentro de la artesa para su mejor conservación.
Y como no podía ser de otro modo, después de preparar todos estos manjares ahora tocaba probarlo todo, haciendo una gran cena en la que participamos casi todos los integrantes de los trabajos que realizamos.
Leldar - Fermentar la masa
Formento o masa madre - Fermento o levadura para hacer el pan.
Artesa.- Especie de arca, de madera, con cuatro pies y tapa , en la que se amasa, y se guarda el pan después de cocido.
Rodalo.- Util de madera en media luna con mango para juntar y sacar las brasas del horno.
Basoiro.- Escoba hecha de retamas
Gabuzo ó gamuzo.- Vara seca de brezo que, colgada verticalmente y encendida por el extremo inferior, servia para el alumbrado.
Y desde aquí quiero dar las gracias a todos los que colaboraron conmigo para intentar mostrar brevemente lo que eran estos trabajos que formaron parte del vivir de nuestros familiares.
Espero que haya servido un poco para que el recuerdo de esos viejos usos no caiga en el olvido.
Manuel, amasando el pan |
Aquí posando con el horno encendido |
El forno xa ta roxado |
Y la masa lista |
Salieron unas cuantas hogazas |
En el horno ya empieza la cocción |
Isa con una de las empanadas preparadas para meterlas al horno |
Las empanadas listas |
Comprobando si están cocidas
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Todo rico...rico |
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