Esta ruta como ya os comente, la iniciamos en Potes, el día 5 de septiembre de 2010, saliendo desde el hotel a las 9 de la mañana, con un esplendoroso día, y que no imaginabamos la dureza del recorrido; no por los kilometros recorridos, sino por el dia sofocante que habia.
Este es un recorrido, de gran desnivel y fuertes pendientes; primero, a través de una pista forestal que pasa por entre un bonito bosque, y después al llegar a una curva, tenemos que caminar por un sendero que arranca hacia arriba, y que asciende a la Cruz de Viorna; este tramo exige un mayor esfuerzo, pues la pendiente es bastante fuerte, y ya no caminamos por entre los árboles, lo que hace que la subida se haga más dura, púes el sol ya comenzaba a calentar bastante.
Desde esta mítica y enorme cruz que se situa en la cumbre, según cuentan las leyendas, es el lugar al que subió Santo Toribio y desde aquí lanzando su bastón dijo: "allí donde caiga mi cayada, estará mi morada", y esta es la explicación que se da a la ubicación del monasterio.
Este lugar también es idóneo para contemplar todo el valle de Liébana, así como el macizo Oriental de Picos de Europa.
Tras un breve descanso en esta cima, iniciamos la marcha por una pequeña senda bastante llana que sale desde la cruz, y que nos lleva hasta alcanzar el Alto de San Martin (1151m.), desde aquí y através de una fuerte bajada llegamos a la Collada de Maredes; para después continuar por una pista forestal que en continuos sube y baja, (un autentico rompepiernas) nos acerca hasta nuestro siguiente objetivo, el Pico Jano en cuya cima hay un vértice geodésico. Esta cima es un fantastico mirador con una amplia visión panorámica de los Picos de Europa, Peña Prieta, Coriscao, etc,
Realizadas las fotos de rigor, y sobre todo aprovechar para recuperar fuerzas, emprendimos el camino, siguiendo por otra pista que parte desde la misma cumbre, y que en esta ocasión es en sentido descendente, al llegar a las inmediaciones del embalse de la Tejera, decidimos parar otro poco y aprovechar para comer nuestra merienda, que ya empezabamos a necesitar bastante.
Al terminar nuestras meriendas, continuamos el camino hacia Doberganes, donde nos esperaba el autobús, para traernos finalmente de regreso a Villablino; a donde llegamos al anochecer, después de una breve parada en Riaño (León) para tomar unas cervezas y brindar por los dos estupendos días de ruta que habíamos disfrutado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario