Después de unas breves vacaciones, comenzaré relatando una de nuestras últimas caminatas. En esta ocasión y para realizar esta ruta, escogimos de nuevo, el precioso Valle de Laciana, y como punto de partida para iniciar la andadura prevista, nos trasladamos en coche desde Villablino, hacia la Braña de San Miguel, donde realmente dio comienzo la etapa que a continuación voy a mostraros.
Al llegar a esta braña, comenzamos a caminar por el largo Valle del Pleitin, dejando a nuestra izquierda el Pico Solmiro, y con dirección hacia el primer 2000 de la jornada; el Pico el Río de 2018 metros, lugar desde el que empiezan a verterse las primeras aguas del río de San Miguel.
Conquistada esta primera cumbre y como es habitual en estos lugares, aprovechamos para realizar alguna foto al extenso panorama que desde aquí podemos observar; y como no también, para comer alguna de nuestras "galletitas", para recargar nuestro cuerpo de energía, pues el día prometía ser bastante durillo.
Trás este breve descanso en el Pico el Río, reanudamos el camino hacia nuestro siguiente objetivo, el Pico Helena, de 2000 metros de altitud, desde cuya cima podemos ver el larguísimo valle de Sosas de Laciana, por donde teníamos previsto regresar a Villablino; y con la gran Chagunona a nuestros pies, todo ello coronado por el espectacular Cornon.
Como en el pico anterior, después de hacer más fotos y de contemplar las bellas vistas que también posee esta cumbre, comenzamos de nuevo a caminar, poniendo ahora nuestros ojos en la siguiente cumbre que queríamos atacar, la cima del Pico de Sierra Pelada, que cuenta con una altitud de 2048 metros, y donde aún quedan algunos vestigios de trincheras realizadas por los republicanos durante la Guerra Civil.
Tal y como hicimos en las dos cumbres anteriores, después de contemplar sus magnificas vistas y de realizar las típicas fotos de rigor,emprendimos de nuevo la marcha hacia el siguiente objetivo, el Pico el Cornin de 2080 metros; pero he aquí, que en camino hacia este pico, el día nos tenía preparada una gran sorpresa, al encontrarnos con nuestro jovencisimo y buen amigo Floro; joven de 91años; sí sí, estáis leyendo bien de 91 años; pero que a pesar de estos años esta hecho un chaval, pues os puedo asegurar que es un gran deportista, así como un excelente masajista, por lo que aprovechando el encuentro, decidimos hacer un pequeño descanso para charlar con él y que nos diera unos pequeños masajes, para acometer con más energía la siguiente parte del recorrido.
Con el cuerpo bien relajado, y después de despedirnos de nuestro amigo Floro, nos dirigimos hacia el que sería nuestra cuarta cumbre del día, el Pico el Cornin, donde como en los anteriores picos, también hicimos las fotos de rigor y disfrutamos de sus fantásticas vistas.
Después de unos minutos en la cima del Cornin, antesala del que seria nuestro gran reto para esta jornada, iniciamos el descenso hacia la base del Cornón, para desde aquí, atacar, la larga ascensión, hacia la famosa cumbre del Pico el Cornón, techo del Valle de Laciana, y que cuenta con una altitud de 2188 metros sobre el nivel del mar.
Al coronar esta mítica cumbre, pudimos ver la gran cantidad de personas amantes de la montaña que se acercan hasta esta hermosa cima, y donde además, el día nos tenia preparada otra gran sorpresa,al encontrarnos allí con nuestra compañera y bloguera, María del Roxo (El Lejano Oeste), con la que estuvimos charlando largo rato.
Después de animada charla con María, llegó otro de los buenos momentos de la jornada, la hora de la merienda, que por supuesto dimos cuenta de ella, rodeados de un paisaje encantador.
Respecto a la merienda, tengo que decir que hay gente que me pregunta si voy de merienda o de montañismo, yo creo que las dos cosas son compatibles, además hay que reponer las energías consumidas, y como no, lo mejor es con una fardela bien llena de comida y por supuesto una bota llena de buen vino.
Finalizada la exquisita merienda, comenzó entonces una larga sesión fotográfica, pues este es un lugar privilegiado para disfrutar de unas bellísimas panorámicas.
Un montón de fotos después, llegó la hora del regreso, y para ello, decidimos hacerlo a través de la majada de Peña Rubia, por la Braña de Sosas hacia el pueblo de Sosas de Laciana; un descenso que hace bastante largo e interminable, pues el cansancio ya empezaba a hacer acto de presencia.
Al llegar a Sosas, cogimos a través de un atajo que cruza el río junto a una antigua lechería y un molino, y que nos lleva hasta el Alto de la Zamora, para desde aquí descender por el Barrio de la Corradina, hacia la Plaza de Sierra Pambley en Villablino.
Finalmente al llegar a Villablino, con bastante cansancio, pero con la satisfacción de haber hecho esta hermosa ruta, nos dimos cuenta de que nos faltaba ponerle la guinda a este pastel; por eso, después de darnos una buena ducha, nos dispusimos a celebrarlo, ahora haciendo un recorrido más suave por los bares de La Plaza, tomando como en muchas otras ocasiones unas "cervecitas"

Molino de Sosas
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