Tras varios años sin pisar esta cumbre, hoy regresamos para subir a la que quizás sea una de las montañas más frecuentadas y emblemáticas de la Cordillera Cantábrica; Peña Ubiña, cima más alta de la provincia de León y que con 2.417 metros, compite en altitud con los Fontanes, situados también en este macizo.
Para poder realizar esta ruta, nos trasladamos hasta Torrebarrio; pequeña población leonesa, donde dejamos nuestro coche.
Partimos desde esta localidad, con escasa visibilidad por la molesta niebla que nos cubría, caminando los primeros kilómetros a través de una amplia pista que pasa junto a la iglesia del pueblo y que va subiendo poco a poco, en dirección al Macizo de Ubiña.
Recorremos esta pista hasta llegar a un pequeño cruce, donde vemos un poste con las marcas blancas y amarillas, desde el que parte un sendero que debemos tomar y que nos lleva hasta el Collado del Ronzón; que separa Peña Ubiña la Grande de la pequeña.
Poco después de internarnos en este sendero, dejamos la niebla atrás, y ante nosotros se abre un estupendo e inmejorable día; ideal para continuar con nuestra marcha; siguiendo los abundantes jitos que nos señalan el camino a seguir y que nos van acercando hacia nuestra meta.
Una vez alcanzado el Collado Ronzón, aprovechamos para hacer un breve descanso para recargar nuestras pilas, pues aun nos quedaba bastante recorrido hasta alcanzar nuestro objetivo.
Abandonamos el Collado para comenzar el ataque final a esta mítica cima, atravesando una cerca ganadera, para coger un pequeño sendero que en zig zag nos aúpa hasta alcanzar las primeros tramos de terreno pedregoso, donde en varias ocasiones debemos de utilizar las manos y estar concentrados para pasar algunos tramos con cierto riesgo.
Tras unas cuantas trepadillas y algún descanso, por fin alcanzamos la cumbre de Peña Ubiña, donde se pueden ver varias placas conmemorativas de montañeros que fallecieron intentando conquistar esta mítica cima.
Alcanzado nuestro objetivo, nos deleitamos disfrutando de unas grandiosas y espectaculares vistas; hacia los lejanos Picos de Europa, hacia los Fontanes, los Castillines, la Puerta de Arco, Peña Rueda, Fariñentu, la Sierra del Aramo, el Montigüeiro, o el Espigüete, por citar alguno de ellos .
Tras realizar un sin fin de fotos, cargamos de nuevo las mochilas para acometer el descenso; eligiendo para la bajada la Canal la de la Fana, por donde tenemos que bajar con mucha tranquilidad debido al fuerte desnivel y que nos obliga a extremar las precauciones.
Bajamos por esta canal con dirección al Collado Terreros, para desde aqui, regresar nuevamente al Collado Ronzon, donde nos preparamos para disfrutar ahora como no, de nuestra rica merienda. !Merienda bien merecida!
Después de comer la sabrosa merienda, iniciamos el regreso a Torrebarrio, para coger nuestros coches y acercarnos hasta Pedrafita de Babia, donde pusimos fin a un estupendo día de ruta, acompañándolo con unas ricas cervecillas.
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